Cada vez hay menos librerías en la Ciudad Colonial

El interés por los libros a decaido

La Ciudad Colonial, que hace años era una especie de santuario de librerías, ha sufrido el impacto de la crisis en la venta de libros y la apatía de los clientes por la lectura. Los dueños de estos negocios afirman que de 18 que existían, apenas quedan cuatro. El resto, simplemente quebró.

Doña Virtudes Uribe, propietaria de la Librería La Trinitaria, pasa la mayor parte de las horas laborales sentada en una mecedora, a la espera de clientes. Algunas personas entran al negocio, echan una mirada de soslayo, tocan ligeramente algunos libros, y abandonan el negocio. Es una rutina a la que ya se acostumbró desde que muchos dominicanos dejaron de valorar el libro y la lectura.

Ha crecido, según los propietarios de librerías, el analfabeto tecnológico, personas que no leen, no conocen las reglas gramaticales y no necesitan pensar.

Con más de 40 años en el negocio de venta de libros, la señora Uribe teme el colapso, como ha ocurrido con otras librerías que quebraron o están a punto de cerrar. En los últimos años han quebrado 30 de estos negocios. Si persiste la situación, otros se agregarán a la lista. La Trinitaria es una de las librerías más prestigiosas de la zona colonial. Se enorgullece por vender libros de autores dominicanos desde hace más de cuatro décadas.

El sistema educativo nuestro es muy malo. No le da ningún valor ni al libro ni a la lectura, subraya. Otro aspecto negativo es que ni alumnos ni maestros visitan librerías, y mucho menos las bibliotecas”. Doña Virtudes repite, hasta la saciedad, que el libro educa, transforma el pensamiento del ser humano y de una comunidad. El libro no discrimina, al contrario, da luz donde hay sombra, ilumina la razón.

Doña Virtudes avala su criterio con una anécdota interesante: En 43 años que tengo en La Trinitaria nunca ha venido en vacaciones ni un alumno, ni un profesor, a comprar libros. Se supone que las vacaciones es cuando deben comenzar los incentivos a la lectura, como ocurre en otros países.

A Luis Luna Peña, propietario de la Librería Peña, le preocupa que el hábito de la lectura disminuya en los dominicanos en la medida que pasa el tiempo, pero no es un caso exclusivo de la juventud que no lee. Yo diría que el pueblo dominicano no está leyendo.

Parece que los problemas políticos y de otros quehaceres está envolviendo a los dominicanos y le quita todo el tiempo. Y aunque la situación económica del país no es buena, cuando hay hábito de lectura no importa. De hecho, ese es un buen motivo para leer. Las verdaderas causas que han generado esta situación no las conozco. Esa es la verdad.

Elizabeth Díaz, de la Librería La Filantrópica, atribuye el problema a que los jóvenes no se interesan por los libros, porque pasan la mayor parte del tiempo en Internet, chateando o en las redes sociales. Antes se leía mucho, se vendían muchos libros. Esperamos que la situación se normalice pronto y que la gente se interese nuevamente por la lectura.

Santo Domingo Live, el 01.02.12 / 4.25 p.m.

Ver todas las noticias